Alerta Amarilla – Cuidados en las mascotas

El verano, esa excelente estación del año que nos invita a pasar más tiempo al aire libre, puede también poner en riesgo a nuestras mascotas.

El verano, esa excelente estación del año que nos invita a pasar más tiempo al aire libre, puede también poner en riesgo a nuestras mascotas. Las altas temperaturas predisponen a que, tanto perros como gatos, padezcan diversas alteraciones. Conocer cómo prevenirlas y estar alertas a ciertos signos, nos permite reaccionar a tiempo para ayudar a nuestras mascotas.

¿Cuáles son las enfermedades que de manera más frecuente se asocian al calor?

Las más frecuentes son:

El golpe de calor. Es más común de lo que se cree, esto se debe a que los perros y gatos no transpiran a través de la piel como las personas, sino que regulan su temperatura corporal mediante el jadeo, es decir abren la boca y sacan la lengua al respirar. Cuando los animales están encerrados en lugares con altas temperaturas y escasa ventilación o tienen exceso de actividad física, el golpe de calor está a la orden del día y se puede presentar sin que el animal se haya expuesto al sol.

La insolación. Se produce cuando nuestras mascotas se exponen directamente a los rayos solares por un tiempo prolongado. Los animales de piel blanca son los más predispuestos.

Las gastroenteritis. Relacionadas al consumo de agua contaminada y de alimentos rancios o que perdieron su cadena de frío. También son frecuentes los brotes de enfermedades virales que causan gastroenteritis.

Los problemas de piel.Los rayos solares, la humedad, la falta de mantenimiento del pelaje y el agua salada, pueden generar daños en la piel o agravar patologías de base.

Los parásitos externos. Si bien están presentes todo el año, durante los meses de calor es cuando las pulgas, garrapatas o mosquitos más pican a las mascotas.

Las rinitis. Los cambios bruscos de temperatura las predisponen. Esto sucede de manera habitual en aquellas mascotas que pasan mucho tiempo en habitaciones con aire acondicionado y luego se exponen al calor del exterior.

¿Cuáles son los cambios en nuestras mascotas que nos deben llamar la atención?

En relación al golpe de calor lo principal es un jadeo excesivo. Al tocar al animal se lo siente caliente, con sus labios, encías y pabellones de las orejas enrojecidos. En general están echados en el piso y poco activos.

Las mascotas que sufren de insolación presentan áreas de piel enrojecidas y al igual que en el golpe de calor, al tocarlas están calientes, pero en general más animadas.
Los trastornos digestivos se inician con falta de apetito, náuseas o vómitos y deposiciones más blandas.

Los problemas de piel en general comienzan con el rascado, mal olor, descamación y la falta de brillo en el pelaje.

A los parásitos externos los podemos advertir picando a las mascotas o al ver que las mismas se rascan. También, en el caso de las pulgas, a través de la materia fecal que dejan sobre la piel del animal.

Las afecciones respiratorias se evidencian por estornudos, secreciones nasales o tos, principalmente cuando el animal pasa de un ambiente muy refrigerado a otro cálido.

¿Cómo podemos prevenir estas patologías durante los meses de calor?

Hay ciertos consejos para que nuestras mascotas tengan un verano saludable:

  • En primer lugar, que nuestro perro o gato tenga siempre agua fresca y limpia, cambiándola con frecuencia si es necesario.
  • En los momentos de paseos evitar las horas de más calor y los ejercicios excesivos. Si nuestro perro sale con bozal, utilizar bozal de tipo canasto que son los que le permiten jadear, los demás están contraindicados.
  • Si se queda en el patio, asegurarnos que disponga de reparo o sombra adecuados.
  • Darle de comer a la mañana temprano y al final del día y controlar que coma en el momento su alimento, para que el mismo no se ponga rancio.
  • Mantener la piel y el manto en óptimas condiciones a través del cepillado regular y baños nutritivos.
  • Colocar bloqueador solar, al menos en las áreas de piel más expuesta (alrededor del hocico, orejas, dorso y lomo), especialmente si son animales de manto blanco.
  • Eliminar los parásitos externos y prevenir sus picaduras. Tener el plan de vacunas y desparasitaciones al día, para reforzar sus defensas.
  • Evitar cambios bruscos de temperatura, entre un ambiente y otro.
  • Nunca dejarlo dentro del auto, incluso con ventanillas bajas. El calor, la humedad y la ansiedad por el encierro son siempre una pésima combinación.
  • Extremar los cuidados en ciertas razas de perros (Carlino, Bulldog, Shar Pei, Mastín, Bóxer y otros), gatos persa, animales obesos, gerontes o con cardiopatías, ya que están más predispuestos al golpe de calor.

¿Qué debo hacer si mi mascota está sufriendo un golpe de calor?
Lo principal es refrescarla para bajar su temperatura. Si es posible estimularla a que lama cubitos de hielo. Mojar su cuerpo y prender el ventilador o el aire acondicionado. Además, toallas humedecidas con agua fría en axilas, patas, abdomen e ingle.

En cualquier situación, lo ideal es consultar con su Veterinario/a para quedarnos tranquilos de que nuestra mascota está fuera de peligro.

Fuente: M.V. María Belén Villar, Responsable de Comunicación Técnica de Laboratorio Labyes.